Es importante que los niños aprendan a competir ya que desarrollan habilidades físicas, pero la competencia ha de ser sana y no perjudicial. Dentro de la competencia se puede: Competir contra uno mismo: superando metas. Competir contra otras personas: superando a los adversarios. Todos los niños desde pequeños tienen ese afán de ser los mejores en todo, esto se demuestra en el deporte, creen que por ser "El mejor" triunfaran en el deporte practicado, ya que así satisfacen el placer de triunfar y su autoestima crece. Una personalidad competitiva es aquello singular del ser humano que emerge de su individualidad en relación directa con el ambiente.